domingo, 9 de mayo de 2010

Aire fresco

Por primera vez en los casi dos meses que llevo aquí, hoy he sentido aire fresco... no proveniente del aire acondicionado. Se suponía que tras el año nuevo laosiano, año 2553 por cierto, celebrado a mediados de abril con las fiestas del agua y demás, la cosa se iba a calmar un poco respecto al calor. Pero no, este año no ha sido así. La última semana sencillamente hemos bajado rara vez de los 38 grados, estando la cosa más rondando los 40, y con más humedad que el mes pasado. Y sin lluvia.

Esta tarde ha caído una pequeña y breve tormenta, no muy violenta, pero suficiente para mojar todo y refrescar el ambiente. Y luego ha salido el sol. Y es entonces cuando me he asomado a la terraza de una de las habitaciones y he notado lo que llevaba tiempo echando de menos: aire fresco.

Evidentemente no es el mismo aire de montaña de Asturias, pero no saben ustedes lo que se agradece... Luego me he apoyado en la veranda de la terraza y se ha terminado la historia: aquí el sol sigue calentando un huevo, casi me quemo las manos al apoyarme.

Dejo aquí una foto desde mi apartamento, durante una de las tormentas fuertes. Es lo que tiene vivir en la selva.


Y esta tarde tengo una boda laosiana...

3 comentarios:

  1. Redios, con lo llorona que soy yo cuando el calor aprieta, tu relato me ha puesto los pentos de pula, no soportaría esas temperaturas!!!

    Gracias por compartir tu viaje, y tus experiencias. Saludos!

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  2. Joder, yo no podría estar allí, a mi el calor me hace estar de bajón y mucho. No lo aguanto bien.

    ¿llevas 2 meses allí y ya te han invitado a una boda?

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