sábado, 20 de marzo de 2010

Primer día

Son poco más de las cinco cuando empiezo a escribir esta entrada del blog. Lo cierto es que tengo la sensación de que sólo durante estos primeros días voy a tener tiempo de ponerme a escribir a estas horas, aunque eso es una sensación meramente profesional. A la vista de la actividad del hotel, y hasta que empecemos con procedimientos, retoques y demás, las tardes se presentan bastante tranquilas.

Y es que para comer sólo han venido dos mesas, y para cenar no se espera mucha más gente. Parece ser que es una cuestión cíclica, quizá debido a las ventas de los grandes tour-operadores. Unas semanas es un no parar, otras el tiempo pasa despacio, y a la siguiente semana todo está completo y con listas de espera.

La primera impresión que tengo del hotel es que es un sitio espectacular, impresionante, brutal. Hablo del conjunto en sí, de la sensación global que uno tiene como turista. Lógicamente he visto mejores habitaciones de hotel si hablamos de aspectos materiales, de equipamientos tecnológicos, etc… pero aquí, en Luangprabang, rodeado de selva, de motos, de gente extraña, de casas con tejados vegetales y de mil millones de motos, el conjunto es perfecto, y todo sin dejar de ser verdaderamente confortable y funcionando todos los aparatos a la perfección, cosa de la que no pueden presumir grandes hoteles de renombre en grandes capitales europeas, con sus camas incómodas o la ausencia de una conexión wi-fi gratuita.

Estoy rodeado de gente. Hay personal local para cada actividad, y tal y como imagino que será en todo el país, todos los recursos se aprovechan. Sirva como ejemplo la chica que me he encontrado haciendo equilibrios por el jardín para recoger unas flores cuyos pétalos se ponen en las servilletas de las mesas del restaurante. Perfecto.

De la ciudad aún no puedo escribir mucho. Anoche estuve en el mercado dando una vuelta, pasé bastante calor, recibí ofertas de tuk-tuk y de lady cada vez que me acercaba a la calle principal, y no me atreví a comer nada de lo que se ofrecía en los puestos. Pero lo haré, sin duda. Lo que sí he hecho hoy es pedir el menú tradicional laosiano en el restaurante del hotel, de las dos opciones de las que disponemos. Y menuda maravilla. Sólo comí una mousse de pescado del Mekong envuelta en hoja de bananero, con su ensalada y su chupito de una especie de crema que ya picaba con acercarla a la boca. Delicioso. Me gusta eso del pescado del Mekong, estoy convencido de que se trata de pescado no definido, según salga. Tampoco se necesita más, no es un ambiente como para andar pidiendo mil variedades de cada cosa, todo lo que te rodea te pide "lo que hay," sin ir más allá.

Y es que Luangprabang es una ciudad laosiana, y Laos es un país pobre. Sin más, aunque yo esté en una isla occidentalizada con jardines con praderas verdes, la realidad es lo de fuera, y te empapa. Te empapa como te empapa el calor, la neblina, la humedad.

En definitiva, me veo bien. Veremos cuando la cosa se ponga más seria y el trabajo alcance niveles “occidentales” (si es que lo hace).

Por cierto, las motos chinas cuestan 620 dólares. De noche se ven hasta decentes (de día son poco más que una bicicross-bh con motor de cortacésped), incluso hacen un ruido a moto grande, y son relativamente fiables. Habrá que ver lo que cuesta una Toyota Hilux.

6 comentarios:

  1. Sir Andrew, le veo a V. bien. Algún día me contará qué es lo que le ha llevado a teletransportarse a nuestras antípodas (casi). También es cierto que tiene V. la edad para hacerlo. Eso sí, si adquiere V. una HiLux me va a sorprender. ¿Se ha deshecho V. del Miata?
    Abrazos.
    Hans

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  2. El Mazda sigue en venta, y ahí está en el garaje, esperando a que alguien se lo lleve. Lo de la Hilux o cualquier otro todoterreno no es más que por imperativos de infraestructura. Aquí hay poco más que cuatro carreteras relativamente asfaltadas, y de autos "normales" sólo he visto a la venta inmundos Focus y Picantos. De todas formas, da miedo ir en aparatos grandes por estas calles repletas de motos triplaza, bicis, niños, perros y camiones antiguos.

    Creo que voy a empezar a mirar lo de las motos...

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  3. Sir Andrew, si es por moto…., me avisas y te mando la mía…., en cuanto a su carro…., ese aparato con el que Ud. se desplazaba por las tierras de D. Pelayo y demás tierra conquistada, esperamos que, un mercader de la insigne villa de El Gaitero…., se haga cargo de él……, seguiremos en contacto……, ahhhh y fotos, quiero fotos, ya se dice que sin fotos no hay reportaje.
    Un abrazo…
    El tío………, TOM,

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  4. Sr. Marqués, su moto no, que es muy grande y con muchas marchas. Aunque si en vez de esa es una BMW todo-terreno, acepto.

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  5. Sir Andrew……., se podría pensar ya sabes que Juan lleva la BMW, pero me comentan que el porte sale algo costosillo, mejor te la compras por esos lares y…………, yo contribuyo con algo……, por cierto, mudanzas Soto de Llanera, ha terminado el trabajo que le habías encomendado…,

    Se me cuide el Sr.

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  6. Estupenda como siempre la descripción. Voy leyendo y es como si estuviera allí.
    Cuando vayamos en octubre nos sentiremos como en casa.

    Por otra parte, felicitaciones a Mudanzas Soto. Cada vez lo hacen mejor ¡como ya tienen experiencia!...

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